Capítulo 384 Lázaro llama

—No nos pongamos nerviosos. Estoy cansada y no quiero pelear —dijo con calma. —Mamá, todo lo que haces tiene un precio. Por ejemplo, lo que hiciste. Dejando de lado a nuestra familia, ¿crees que Sofía te va a dejar en paz después de lo que hiciste? Si te involucras, nuestra familia va a ser arrastrada a esto, y por consecuencia, la empresa. Piensa en el efecto dominó que se producirá, en el desastre de relaciones públicas y en las cosas que tienes que afrontar. —La boca de Matilda formó una O. Esa idea nunca se le pasó por la cabeza, pues nunca pensaba en nada que fuera dos pasos por delante; nunca lo había hecho y nunca lo haría. Leonardo sonrió—. La Abuela está enojada porque perjudicaste a toda la familia. Estuvimos a punto de caer en el olvido. —Matilda parpadeó, sin decir nada. Sin embargo, la mirada de comprensión en su rostro le dijo a Leonardo que sabía lo que había salido mal. Leonardo le dio una palmadita en el hombro—. Mamá, habla con papá. Esto es entre ustedes dos, así que nadie puede, ni debe interferir. —Eso había sido una llamada de atención para Matilda. Ahora que lo pensaba, estuvieron interfiriendo en el matrimonio de Leonardo todo el tiempo. Su Abuelo insistió en que se casara con Sofía, y luego murió. Después de eso, se convirtió en una saboteadora de la relación de Leonardo con Sofía. Matilda tenía claro que el mal estado de su relación era en gran parte gracias a ella. Y ahora, su hijo le decía que nadie podía interferir en su matrimonio. «Soy una broma». Leonardo la miró un rato antes de decir—: Papá no vendrá a casa esta noche. Dijo que estarías de mal humor, así que quiere que te calmes. Te verá mañana o pasado mañana. Habla con él entonces.