Capítulo 138 Sé mucho más de lo que puedes imaginar

Sofía, sin embargo, no notó el cambio en Leonardo. Siguió ocupándose de sus propios asuntos. Mientras tanto, Leonardo reprimió el deseo que sentía en su interior y se fue para llevar el equipaje de Sofía al piso de arriba. Al abrir la puerta de su habitación, sus ojos recorrieron el interior. Se había alojado en esa habitación dos veces y aunque eso no significaba mucho, aún recordaba cómo era la habitación antes. Ahora, sin embargo, todo había cambiado. De un solo vistazo se podía saber que era la habitación de una joven doncella, ya que había un gigantesco peluche sobre la cama, que ocupaba la mitad del espacio y las sábanas habían sido cambiadas por otras de color rosa. Incluso la alfombra del suelo junto a la cama era diferente.