El auto no se detuvo en el hotel donde se hospedaban. En su lugar, Sofía pidió al conductor que se detuviera cuando estuvieran a cierta distancia del mismo, para sorpresa de Leonardo y Gerardo. Cuando el auto se detuvo, Sofía les sonrió antes de salir del auto.
—Bueno, me retiro. Ustedes continúen sin mí.
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