La chica murmuró algo en respuesta y se quedó sentada al lado. Por otro lado, su asistente ordenó el juego de maquillaje y otras cosas antes de tomar asiento también. Por lo que se veía, la ayudante y la chica no se llevaban bien. Apenas se dirigían la palabra, lo que podría significar que su relación era solo de negocios. Cristina continuó revisando su móvil y la chica también sacó el suyo. No se entabló ninguna conversación y la sala permaneció en silencio durante un rato.
La empresa de Valeria no había intentado cortar los rumores de raíz, y el público tomó su falta de confirmación y el hecho de que no lo desmintieran como prueba de su postura al respecto. La mayoría de las empresas se pronunciaban en cuanto empezaban a circular los rumores, pero el silencio, en la mayoría de los casos, transmitía su admisión.
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