Capítulo 1962 Entrega personal de alimentos
El chofer llevaba bastante tiempo con Genaro y Cristina como para sentirse cómodo con ellos, y había momentos en los que hablaba sin filtro. Sin embargo, él no se entretuvo en responderle y se limitó a retraer la mirada, centrándose en el guion que tenía delante mientras repasaba las líneas en su cabeza. El día siguiente era domingo, lo que significaba que Cristina podría pasar la noche con él en lugar de irse a casa. Al pensar en esto, Genaro se alegró mucho, y eso no hizo más que hacer las cosas mejor en el trabajo.
Mientras tanto, Cristina no se despertó hasta pasado el mediodía, y tenía tanta hambre que su estómago rugía en señal de protesta. Estaba agotada de energía por completo. Luchando por sentarse en la cama, miró a su alrededor sin fuerzas y de repente recordó que estaba en la habitación del hotel. Tenía todo el cuerpo tan dolorido que se estremecía con cada movimiento, sentía como si le hubieran prendido fuego y el dolor llegaba a los huesos. Exasperada, suspiró y no encontró ninguna excusa para maldecir ahora que Genaro, el culpable de todo no estaba cerca para sufrir su ira.
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