«Estoy bastante desconcertada por el hecho de que me contrataran. A juzgar por lo que dijo Serena antes, parece que entré gracias a algunos contactos. Pero es obvio que Genaro no fue quien me ayudó. La siguiente persona en la que puedo pensar es Carlos, pero eso no parece posible. No soy tan amiga de Carlos, así que no tuvo que ayudarme en absoluto. Mencionó algo al respecto ese día, pero no le presté mucha atención. Algunas formas de ayuda pueden resultar agradables y naturales, pero si ésta era la ayuda que me ofrecía, creo que es demasiado incómoda y forzada». Pensó Cristina.
Antes de que pudiera empezar con su trabajo, alguien hizo rodar su silla hacia su asiento. Se sobresaltó cuando se giró para mirar a la persona que se había acercado.
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