Al escuchar mis palabras, Miguel me miró con frialdad y me respondió con un tono de enfado:
—Solo quiero que descanses bien. Andrea, ¿por qué tienes que pensar que todo el mundo tiene un plan? En todo este ancho mundo, soy la única persona que no te hará daño. Como eres mi mujer, protegerte es lo único que me importa.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread