—Andrea, cometí un grave error. No esperaba que algo así pudiera ocurrir. Al principio, fui a tu casa con la esperanza de pedir disculpas a Ivette. Luego, pensaba hablar contigo de la compra de un auto. Sin embargo, no estabas allí, y la madre de Miguel me ridiculizó y se metió conmigo en cuanto me vio. Estaba demasiado furioso y por accidente...
Eduardo empezó a explicármelo, con la cara llena de arrepentimiento. Aunque entendí que tenía miedo, eso no podía justificar su intento de ocultar la verdad.
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