Capítulo 182 Una advertencia

Dejé mi teléfono de lado con la esperanza de poder olvidar lo que Emma había dicho, pero no fue así; al final, me encontré con ella a la hora del almuerzo. Sabía que nada bueno podría venir de nuestra plática, pero me negaba a huir del asunto, además, no creía que me fuera a dejar tranquila si no me presentaba, por eso decidí verla. Cuando llegué a la cafetería, estaba bebiendo una taza de café junto a una ventana justo después de entrar por la puerta; se veía elegante por su porte y vestimenta, sin duda alguna, era una mujer hermosa.   Tomé un fuerte respiro para relajarme y luego caminé hacia ella.