No vi a Miguel después de que regresé, así que lo busqué, pero no lo encontraba por ningún lado. Supuse que no había regresado entonces. A lo mejor estaba ocupado por su trabajo ya que se estaba haciendo bastante tarde. Ese hombre era un adicto al trabajo. Lo juro, ni siquiera era capaz de levantarse de terminar su montaña de trabajo.
Fui a hacer una cena sencilla y la puse sobre la mesa. Había pasado un tiempo desde que empecé a vivir con él, y noté que le gustaba más una cena sencilla. Sin embargo, era extraño, ya que era probable que desayunara caviar antes de que empezáramos a salir, así que me pregunté por qué le gustaba mi comida casera. En ese momento, supuse que no era un comedor quisquilloso.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread