Con los documentos en mano, me dirigí a la oficina de Miguel y al entrar, me encontré con que la mano de la gerente estaba apoyada sobre el hombro del hombre, parecían estar muy cerca el uno del otro; no pude evitar incomodarme al respecto, parecía que él aceptaba a cualquiera mujer que se le insinuara, lo que se me hacía raro es que la última vez que no dudo en rechazarla y ahora, había caído en sus encantos.
—Aquí tiene la propuesta publicitaria para el Grupo Fénix, señor Sosa —dije mientras colocaba el borrador del diseño delante de él.
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