El precio de cuatro dígitos en el recibo por poco hacía que me desmayara. Para ser exacta, eran cinco mil novecientos noventa y nueve.
«Oh por Dios, pero si es un simple vestido, ¿en verdad cuesta seis mil? ¿Está hecho con oro o qué?»
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread