Capítulo 1832 Fuego
—¡Abre tus ojos y observa bien, Norman! El hombre que sostiene la pistola está ciego porque él luchó por el territorio de la familia Pineda. Ese día, tú me apuntaste con una pistola y te robaste el territorio que él consiguió arriesgando su vida. Hoy, dejaré que él lo recupere de la misma manera. Si sobrevives o no, ¡esa será la decisión de Dios!
Frida se detuvo por un momento y entrecerró sus ojos antes de levantar la voz para ordenar:
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