Capítulo 642 Frutos de su trabajo
Una criatura reaccionaria como esta era mucho más aterradora cuando entraba en acción.
—¡Va tras Teresa! —Pronto, tomé la rama que había visto hace un momento y enterré su lado afilado hacia la serpiente. Por fortuna, ese impulso fue suficiente para partir a la mitad a la serpiente y dejó de moverse. Sin embargo, su cola y cabeza seguían retorciéndose de manera violenta. Teresa seguía recuperándose del susto con la ira y el impacto apoderándose de ella formando una mezcla de emociones. Tomó la piedra que Tábata había aventado y la arrogó hacia la cabeza de la serpiente con firmeza. La serpiente parecía estar aturdida con la cabeza mutilada. Teresa la aplastó con unos cuantos golpes sin pensarlo y comenzó a salpicar sangre por todas partes. Teresa se detuvo hasta estar satisfecha al ver que la serpiente solo eran trozos de carne. Las otras chicas tenían el rostro pálido y Nora tragó saliva, diciendo:
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