Capítulo 1033 Como una princesa

Álvaro frunció el ceño con repudio. —Aprecio a las personas que se respetan a sí mismas y quienes saben identificar el bien del mal; tú, por el contrario, no eres nada de eso. No vine hasta aquí el día de hoy para ayudarte o para echarte una visita, vine aquí para decirte que jamás me vuelvas a llamar. —Yo nunca había visto a Álvaro actuar con tal crueldad hacia alguien más. Rebeca parecía estar igual de impactada, solo miraba a Álvaro con una mirada de consternación y sin poder creer lo que escuchó; Rebeca permaneció en ese estado por un largo tiempo. Pero para su mala fortuna, a Álvaro le importaba poco; él simplemente me sostuvo y nos dirigió afuera de la habitación. El oficial a cargo de la investigación nos siguió con prisa. Con una sonrisa nerviosa en su rostro nos dijo tartamudeando: —Señor Ayala, respecto a la señora Villa…