Capítulo 1107 Álvaro no recuerda sus rostros
Así fue como muchos de los inversionistas explotaron esta debilidad para saquear los recursos técnicos con el fin de ampliar sus negocios. Al mismo tiempo, suponían una limitación para el desarrollo interno de la empresa y acababan con todo posible competidor. De esta manera podrían fortalecer su control sobre la economía. Estaba claro que Álvaro jamás traicionaría al Corporativo Ayala, no solo porque fuera su negocio familiar, sino porque también tenía sus propias aspiraciones; Camila y Emilia más de una vez habían mencionado que Álvaro tenía un talento nato y que bajo su dirección, el Corporativo Ayala lograría expandirse hasta en el extranjero en algún momento. De hecho, solo le había tomado 5 años lograr trasladar la sede de la empresa hasta la Ciudad K y como era de esperarse, ya había más planes de desarrollo en marcha.
Como cualquier otro hombre, sus aspiraciones profesionales no tenían fin, pues cuanto más capaz e inteligente fuera, más lejos llegaría. Pero de igual manera, justo como lo mencionó él mismo, cuando una empresa alcanza cierto nivel es que empiezan a llegar muchas personas que ni siquiera fueron invitadas; el Grupo GW era un excelente ejemplo para este caso, pues para abrir el mercado de Aploth, tuvieron que humillarse ante el Corporativo Ayala y prácticamente presentaron sus fondos con sus propias manos. Aunque el Grupo GW pudiera apoyarse en el corporativo para abrirse espacio en el mercado de la construcción, al final, el Corporativo Ayala seguiría siendo su primer objetivo a adquirir.
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