Capítulo 78 Aliada
Sorprendida, estaba a punto de negar con la cabeza cuando la señora Hernández me guiño un ojo y agregó:
—Es una lata tener calambres, casi no se puede hacer nada durante los primeros meses, incluso se corre el riesgo de sufrir un aborto… —Álvaro estaba a punto de irse a trabajar cuando la señora Hernández exclamó—: ¡Señor Álvaro, sufrir de calambres es muy molesto, más tarde debería darle un masaje! Incluso compré unos aceites esenciales, están en su habitación.
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