Capítulo 1445 Lunática
Como un par de gafas para el sol le cubrían la cara, no pude descifrar quién era tan pronto, sino que, hasta que se los quitó, pude reconocer a Rebeca. Ella está tan acostumbrada a recibir atención; su atuendo era mucho más exagerado que la última vez que la vi. Rechinó los dientes del enojo y me puso un dedo en la nariz.
—Samara Arias, eres una zorra, ¿cómo demonios lograste salir viva?
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