Capítulo 905 No puedo caminar
En ese momento, la miré confundida. —No se pueden hacer llamadas aquí, ¿cierto? No querías que le hablara a Álvaro. ¡Tu objetivo era que perdiera el tiempo!
Lentamente levantó la mirada y alzó las cejas. Ya casi terminaba de comer y la base de su maquillaje se estaba corriendo. En ese momento, se veía horrenda. —Tienes razón y, según mis cálculos, ya debió haber terminado. En estos momentos, Álvaro ya debería estar en camino para venir por ti.
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