Capítulo 1787 Celos

En cuanto nuestras miradas se cruzaron, aparté la mía por reflejo y algo incómoda, aunque aún pude sentir como sus ojos se enfocaron sobre mí. Después de varios tormentosos segundos, él los entrecerró y se retiró. Me pregunté si había descubierto lo que yo pensaba en ese momento o si solo estuviese celoso. No podía estar seguro, pero asumí que fue lo último. Entre más celos tuviese, más razón tenía para permanecer alejada de él. Era la única manera de hacerle necesitar mi presencia.  Le ignoré en absoluto en los siguientes tres días. Fui a casa de Jonathan a recoger a los niños y, durante este tiempo, me dediqué por completo a ellos. La tarde del sábado, decidí ir a relajarme al jardín después de dejar a Andrea durmiendo. Fue entonces cuando Norman se apareció de la nada.