Capítulo 1133 Siendo altanero
Desde que nos aceptamos el uno al otro, era más difícil alterar el temperamento de Álvaro. Fue muy hábil interceptando mi ataque y jugueteando con él, este despreocupado hombre no parecía sentirse amenazado por mí, solo continuó:
—El contrato solo estipula que los consideremos, no es necesario trabajar con ellos. Si llegara a haber una mejor oferta y los ideales de desarrollo de GW no se alinean con los del Corporativo Ayala, podríamos inventarnos una excusa sencilla para no aceptarlos; no hay nada de qué preocuparnos.
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