Capítulo 1258 El cuento de hadas llega a su fin

Creo que tal vez debería reconsiderar mi gusto en ropa, porque si Álvaro usará el mismo atuendo que Julio, ¿podrían estar en la misma situación? Siempre había pensado que ocultar secretos no era tan difícil como fingir que no pasaba nada; toda la atención de Emilia había estado enfocada en Andrea y Alejandro los últimos días y siempre traían a Javi con ella, además pasaban todo el día con nosotros. En eso, antes de que Emma y yo pudiéramos irnos del centro comercial, recibimos un sin fin de mensajes por parte de Emilia en el que nos decía que ya regresamos a casa.   Emma y yo éramos terribles para mentir, así que nos miramos y nos preparamos para no llegar a casa temprano; apenas había entrado a una cafetería cuando llegó Julio, había sido fácil para él vernos ya que era muy alto y nos podía ver entre la gran multitud. Emma le dejó su asiento y se sentó en una silla junto a mí. Me parecía muy extraña la manera en la que Julio se estaba comportando, la mayoría de los hombres que engañan y que son descubiertos suelen ser fríos, estar en pánico o enojados, pero él al contrario, se mostraba muy relajado; se sentó frente a nosotras y de él emanaba un aura de seguridad y profesionalismo como el profesor de universidad que era. Incluso su amable forma de ser con el mesero hacía que nuestro encuentro pareciera planeado y casual y no una sesión por el incómodo descubrimiento.