Capítulo 66 ¿Qué hay de mí?
Me quedé completamente dormida pero pude darme cuenta de que, en algún momento de la noche, la cama se hundió; alguien se metió debajo de la manta y me atrajo a sus brazos; debía ser Álvaro pero no dije nada y continúe durmiendo. La noche anterior no había podido descansar, tal vez debido al estrés al que me había expuesto en los últimos días, así que cuando llegué a la empresa no me sentía muy bien. Estela entró a mi oficina con unos cuantos documentos para que los firmara y me sirvió un vaso de leche tibia.
—Señorita Arias, se ve muy pálida ¿necesita ir al hospital?
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