Capítulo 1255 Separaciones reacias

Me entregó la almohadilla de la tinta y esperó a que hiciera mi siguiente movimiento, por lo que solo asentí, miré la mesa en la que estaban los papeles y al momento en que mis ojos se enfocaron en el 10% y en los 3 mil 500 millones, se me hizo una suma exorbitante. Tras pensarlo durante unos segundos, cerré los contratos y se los regresé al abogado.   —Señora Ayala, ¿qué hace? —Al hombre se le congeló la sonrisa, pues sabía que al ser el abogado a cargo, ganaría una gran cantidad de dinero luego de cerrar el contrato con la familia, lo cual me apenaba un tanto porque gracias a mí sería privado de sus ganancias.