Capítulo 348 La tumba
—No, Samara, es que no lo entiendes. No tienes idea de lo mucho que Álvaro puede beber, si no se siente ebrio, seguirá bebiendo hasta que amanezca, se está haciendo daño a sí mismo y nada de lo que Gael o yo decimos lo hace entrar en razón. Y si algo le pasa por estar en esa condición, créeme que no nos haremos responsables. —Joel había descrito la situación de Álvaro con tanto detalle que podía escuchar la desesperación en su voz.
Al tiempo, yo estaba de pie en el balcón mientras dejaba que el aire fresco me golpeara el rostro; me sentía bastante molesta y le dije:
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