Capítulo 1253 La Interpol o extradición

—Tampoco lo podemos culpar de eso, puedes sacar a la rata de la cloaca pero jamás dejará de ser una rata de alcantarilla, ¿por qué se preocuparía por aprender sobre tecnología? —Burlarme de alguien más se sintió muy bien en realidad, dejé escapar un suspiro de alivio y me sentí más relajada que nunca, incluso la sensación de miedo había desaparecido de mi corazón.   En eso, la expresión de Armando cambió de nuevo a un muy fea, la humillación que sentía pronto se convirtió en ira y se levantó con brusquedad del sofá, en ese instante, el resto de los guardaespaldas se acercaron a la sala de conferencias, eran más de 30 y ocupaban casi un tercio del espacio.