Capítulo 1194 Lo que te trae el día de hoy

A la mitad de su respuesta, observó a Álvaro cuando sintió cómo los ojos del otro hombre se posaban sobre él. —¿Qué? ¿Ni siquiera puedes hacer arreglos para acomodar a otra persona? —le espetó.  Ya no tenía intenciones de seguir aguantando a los dos peleando por más tiempo, así que me subí al carro y le insistí a Álvaro que ya era tiempo de retirarnos. Necesitaba ir a revisarme y regresar con Javier en cuanto antes; sin embargo, para cuando completé todas las revisiones necesarias, ya eran las ocho de la noche. El doctor me dijo que los niños estaban bien, pero que requería tomar un descanso y evitar moverme mucho. Después de todas las cosas que habían pasado a mi alrededor en las últimas semanas, sabía que ya no podía seguir involucrándome esta manera.