Capítulo 1026 Buenos deseos
«¿Sentenciado a muerte?»
Pasé el resto de la tarde conversando con Laura y Tábata hasta que regresé al chalé. Para mi sorpresa, vi a Norma en medio de su mudanza hacia el chalé de al lado cuando llegué. Contrató a un grupo de profesionales que salía y entraban por la puerta llevando cajas de varios tamaños. Norma estaba parada afuera, supervisándolos y en ocasiones les recordándoles que tuvieran cuidado con sus cosas. Yo me quedé paralizada en el jardín, observándola. Norma me vio de reojo y giró hacia mi dirección. Nuestras miradas se cruzaron e incluso desde la distancia podía ver que sus ojos estaban hinchados y rojos por estar llorando.
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