Capítulo 538 Nunca renunciaré a ti

Afuera del chalé se encontraba estacionado un carro deportivo Tesla de color azul zafiro que, en definitiva, no era del estilo de Álvaro. Él tiene el espíritu de un duro guerrero inmutable tallado hasta su médula. Esto se reflejaba hasta en sus cosas, tanto así, que su garaje está compuesto casi en su totalidad por vehículos todoterreno, como camionetas. Él detesta los carros deportivos, pequeños y ostentosos. Estaba a punto de ingresar al chalé cuando las luces delanteras del Tesla se prendieron, cegándome de momento. Vi a un hombre salir del carro deportivo cuando detuve el mío; era Marco. Vestía un traje negro a la medida, el cual complementaba su figura alta y delgada. Si hubiera estado en la calle, de seguro atraería la atención de todo el mundo, pero en este momento está aquí, plantado frente a mi coche y con su oscura mirada pesando sobre mí.