Capítulo 1788 El momento de la verdad
Casi de inmediato, Norman recuperó sus sentidos y retiró sus manos. Caí en la silla en la que estuve sentada. Comencé a reír con una mano en mi pecho, a pesar de casi morir.
—¡Ja, ja, ja! Cuando me estabas ahorcando, ¿sentiste cómo tu corazón se destrozaba también? Norman, ¿cómo se siente tener algo que no puedes controlar?
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