Capítulo 1679 Reunión

Tal vez tenía razón, la vida y la muerte eran naturales y todo en algún momento llegaba a su destino; si hubiera algún paso en falso en el camino, no tendríamos la oportunidad de sentir el calor y los latidos del otro como lo estábamos haciendo ahora mismo. Luego de visitar a los más viejos de la familia Ayala y a Magnolia, nos fuimos al cementerio de Mayra; a pesar de los años, la foto en blanco y negro de ella en su mejor época se veía intacta, y al instante, miles de recuerdos llegaron a mi mente. Entonces me acerqué a su lápida, dejé una flor y me agaché, extendí la mano y toqué su tumba con la esperanza de volver a sentir su calor. Al tiempo que miraba su fotografía, empecé a murmurar:  —Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te miré, apuesto que estás muy enojada conmigo, ¿no? Estoy segura de que estás a salvo y tranquila en el otro mundo, así que, por favor, no te preocupes por mí. Álvaro es bueno conmigo y ahora tenemos unos gemelos adorables, que estoy segura de que los querrás mucho una vez que los conozcas. —Una vez que mencioné a los niños, levanté la cabeza para mirar a Marisol y continué—: Marisol está bien, es muy inteligente para las matemáticas y ya empezó su propio negocio. En un futuro, seguramente será una jefa joven e increíble, incluso más que tú. —Me limpié la nariz y contuve las lágrimas lo más que pude, luego le hice una seña a Marisol para que se acercara—, ven Marisol, acércate, deja que Mayra te vea bien. ¿Todavía recuerdas que te traje aquí cuando eras pequeña?