La señora estaba hablando con Lorenzo en un susurro cuando Miguel se acercó a ella con una copa de vino en la mano y chocó los vasos con ella cordialmente. La señora se volvió hacia él y empezaron a hablar y a bromear.
La dama era joven, y el vestido de noche amarillo dorado que llevaba le hacía destacar mucho entre las invitadas vestidas de distintos colores, como una ponciana que floreciera orgullosa entre el colorido lecho de flores. Su magnífica belleza era tan agresiva que nadie se atrevía a mirarla a los ojos.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread