Mientras Kimberly hojeaba el cuaderno con una caligrafía impecable y respuestas perfectamente escritas en cada página, estaba tan enfadada que casi rompe el libro. ¡Qué demonios! ¡Ella es solo una chica con un origen común! ¿Cree que podrá ingresar a una universidad con buenas calificaciones? No importa qué tan buenos sean sus resultados, ¡la hija de un plebeyo siempre será la hija de un plebeyo! ¡Hay cosas que nunca podrás alcanzar si no las tenías al nacer!
Por la tarde, Carmen fue a la caseta de guardia para almorzar de nuevo. El clima hoy estaba agradable ya que brillaba el sol. Toda la escuela se sentía cálida y había gente jugando al fútbol en el campo.
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