Capítulo 129 Cuanto más ricos, más pervertidos

Sofía los estaba criticando por dentro y del otro lado, Nahuel se aferraba a ella, como si temiera perderla. Antes, Miguel le dijo a Nahuel que si Joel seducía a Sofía, ¡ya no tendría madre! Ella lo estaba abrazando con fuerza mientras exclamaba en su corazón tembloroso, «Nahuel, ¡te protegeré! ¡No dejaré que el diablo te ponga un dedo encima!» De repente, escuchó el sonido de zapatos de cuero golpeando contra el suelo en rápida sucesión. La puerta de la entrada principal del restaurante se abrió de nuevo antes de que tres hombres entraran al restaurante, uno tras otro. Tan pronto como entraron, todo el restaurante se sintió deslumbrante y brillante como si expedían un aura inusual.