"¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué ha pasado?!" Cuando Cooper escuchó a Carmen llorando, corrió hacia su habitación apresuradamente. Allí vio a Sophia lanzando con fuerza el pequeño tazón rosa favorito de Carmen al suelo. El susto fue tal que Carmen comenzó a llorar de nuevo. Sin embargo, Sophia no consoló a su hija, sino que gritó a Annabel en su lugar.
"¡No me extraña que Carmen haya estado sufriendo de diarrea desde que regresaste! No mejoraba sin importar lo que comiera; ¡todo es porque has estado alimentándola secretamente con esto! Sabías que Carmen tiene una constitución débil; ¿cómo podrías darle algo así?! ¿Es esto algo que un niño puede comer?! ¡Ella es tu nieta! ¡Te advertí la última vez que le diste una gelatina caducada que compraste afuera! ¿Qué demonios estás pensando?! ¿Estás tratando de matarla?!" Aunque su tono era agresivo, su voz estaba llena de lágrimas y no podía contener las que caían por su rostro.
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