Sandra entró en la sala del hospital vistiendo un conjunto de ropa profesional y se quitó las gafas de sol, revelando unos ojos fríos y distantes. "Irene Rodríguez, sabes perfectamente que a él no le importa si estás viva o muerta y aún así quieres humillarte. ¿Eres estúpida? ¿Acaso ha aparecido siquiera para visitarte un segundo? Mírate, ¿cómo has permitido que Sofía Egusquiza te afecte de esta manera? ¡Incluso yo te encuentro patética!"
Aunque era estoica, ella quería avivar las llamas y empeorar aún más las cosas.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread