Capítulo 168 Halagándose a sí misma

En medio de la discusión de la multitud, el ascensor número 3, el más venerado del centro, abrió por fin sus puertas. El Sr. Heredia estaba de pie en el ascensor, con una leve reverencia mientras dos hombres con traje y zapatos de cuero estaban a su lado. Ambos hombres llevaban trajes negros idénticos, pero irradiaban vibraciones muy diferentes. Uno de ellos permanecía de pie, valiente y con un aspecto muy atractivo. Un par de gafas con montura dorada se asentaban sobre su nariz recta, haciéndole parecer amable con la leve sonrisa que se dibujaba en sus labios. De hecho, emanaba un tipo de encanto excepcional. En el otro lado, el otro hombre parecía arrogante con su llamativo pelo rubio. Sus grandes ojos y sus pobladas cejas le daban un aspecto agresivo.