Capítulo 368 Todavía me tienes a mí

Angelina se había enterado muy pronto de su embarazo y tenía el dinero que Walter le había dado, pero sabía que si sacaba ese dinero, no podría mantenerlo a salvo. Por el contrario, podría incluso poner en peligro al niño que llevaba en su estómago. Angelina había querido dejar a la familia Egusquiza, pero no podía. Incluso si dejaba a la familia y volvía a su ciudad natal en Rivera, tendría que enfrentarse a otra familia ávida de dinero. En una familia que creía que las mujeres debían hacer todo lo posible por beneficiar a la familia, si sacaba los 500.000 dólares, sabía que no se gastaría ni un solo céntimo en ella y en su hijo. Incluso existía la posibilidad de que la familia Jara empezara a chantajear a la familia Martínez. Debía de querer mucho al niño que llevaba en su vientre y a Cayetano. Angelina era una buena persona y sin duda sería una gran madre... Hace apenas unos días, Sofía pensaba que iba a tener el mejor padre del mundo entero, pero la realidad le dio un duro golpe. En tan sólo unos días, sus sueños y esperanzas se han visto aplastados. «Cayetano aún no ha aparecido. Tal vez, en realidad ha estado muerto durante más de diez años. O tal vez, sabe que tiene una hija, pero no le importa y no está dispuesto a encontrarse conmigo en absoluto». Sus elevadas expectativas se habían convertido en una interminable decepción y pérdida, y se sentía como una niña abandonada por todos. La realidad había destrozado su corazón sin piedad. Sofía apoyó la cabeza en las rodillas y miró la foto de Cayetano y Angelina. Sus lágrimas rodaron por sus mejillas una a una, y se juntaron en un pequeño torrente de lágrimas. Cuando oyó el ruido detrás de ella, se dio la vuelta y vio a Miguel de pie no muy lejos de ella. Levantó la vista y, con voz ronca como la de un cachorro lastimero, murmuró: