Sophia también estaba empezando a comprender a Anne. No era más que una niña ingenua que veía el mundo a través de lentes de color rosa, y sus ilusiones contradecían su educación protegida. Nunca había tenido que soportar los golpes crueles de la vida, y no tenía idea de lo vicioso que podía ser la humanidad, no sabía lo despiadado que era el mundo real.
Sophia no quería ser demasiado dura con ella, pero en este momento, tenía que ser firme para ser amable. "Entonces, Señorita Osborne, parece que estás decidida a casarte con mi padre."
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