Capítulo 93 Guapo de verdad

Sofía se quedó rígida en el baño mientras se quitaba los zapatos con lentitud. Tenía muchas ganas de bañarse, ya que ducharse en el campamento era como ir a la guerra cada vez: sólo tenían tres minutos para ducharse, y cinco para lavarse el pelo. Además, el agua caliente se suministraba en una cantidad limitada; nunca se había sentido en realidad limpia desde que había entrado en el campamento militar, hacía veinte días. Ahora, había una ducha y una bañera por completo automatizada en el hotel, lo que hizo que a Sofía se le cayera la baba al ver esas instalaciones. Sin embargo, ¿cómo iba a relajarse, quitarse la ropa, bañarse y restregarse la espalda cuando un par de ojos lujuriosos la miraban fijo más allá del cristal? Miguel incluso adoptó varias posturas seductoras. Se quitó la rosa de los labios antes de arrancar los pétalos uno a uno y tirarlos por toda la cama. Sofía casi lloró al verlo así. Se quitó la camiseta a cámara lenta, pero cuando estaba a punto de quitarse la camiseta interior, el timbre de la puerta sonó con rapidez. ¡Ding-dong! ¡Ding-dong!