El hombre en la plataforma caminaba por la pasarela mientras sostenía a un poderoso husky bajo la mirada de todos. Era elegante y fresco, y su caminar era profesional y guapo. Caminó hasta el lugar donde estaba el foco de atención, se detuvo y miró alrededor del lugar durante unos segundos. Una sonrisa que era a la vez justa y malvada apareció en sus labios, y todo su cuerpo estaba lleno de una aura dominante y la elegancia de un caballero oriental, que estaba en armonía con su atuendo de hoy y el temperamento de un perro.
No fue hasta que él caminó por la pasarela que todos recuperaron sus sentidos, y hubo aplausos dispersos. En un abrir y cerrar de ojos, parecía como si una piedra hubiera caído en el agua del lago, provocando mil olas. Luego, se escucharon aplausos atronadores.
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