Media hora antes de que la isla explotara, Cayetano se marchó muy tranquilamente, dejando a los invitados solo media hora para escapar.
El tiempo era realmente ajustado. Había miles de personas en la isla, sin incluir a unos mil empleados. Con este poco tiempo, era demasiado tarde para empacar cualquier equipaje. Solo era suficiente para que las personas regreSara n a sus habitaciones, tomaran una bolsa y corrieran hacia los aviones y barcos.
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