Carmen solía caminar casi a diario a la casa de Anna. Pasaba mucho tiempo allí, quizás con la intención de adoptar un corgi una vez que se acercara más a la familia. Ese día, llevó a Cooper con ella. "Vamos, Abuelo. Podemos invitar a la Señorita Hermosa a la actuación de fin de año de mi jardín de infantes".
Cooper frunció el ceño antes de alejarse de la puerta con determinación. No quería tener ninguna interacción con Anna; tampoco quería que Carmen hablara con ella, pero Carmen insistía en visitar su casa casi a diario. Al ver que Cooper se negaba a seguirla, Carmen hizo un puchero. "Voy a empezar a rodar por el suelo y hacer una rabieta, Abuelo. ¿Tienes miedo?"
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