"¡La señorita Abbie y la señorita Lucile crecieron juntas y son prácticamente hermanas! ¡La familia Michel ama esta casa, así que todos ustedes deben mudarse antes de que termine el día!"
Al escuchar esto, Cayetano quedó sin palabras. Apagó las cintas de vigilancia, temiendo que fuera un insulto a su inteligencia. Afortunadamente, el aislamiento acústico de la casa era excelente, por lo que no podían escuchar el sonido exterior en absoluto.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread