Capítulo 50 Dos esposas para uno
Por otro lado, Miguel volvió al hotel cuando terminó de filmar las escenas nocturnas. Después de ducharse, se tumbó en la cama y jugó con su teléfono. Gabriela ya le había enviado el vídeo que se grabó en el baño de chicas de la universidad.
En el vídeo, Sofía era bastante dura; tenía un buen control sobre su patineta y luchaba de maravilla. Las pocas chicas delincuentes recibían una paliza tan fuerte de ella que aullaban de dolor en el suelo. Les había tirado del pelo y les había destrozado la ropa. Al parecer, no era suficiente con golpearlas, ya que incluso les rompió la ropa.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread