Eso fue lo primero que pensó Sofía; ¡ella también era una asesina bien entrenada!
Sergio tampoco era una persona corriente, pues los Flecha no eran blancos fáciles. Justo cuando la hoja estaba a punto de clavarse en su corazón, estiró el pie y enganchó la bolsa que llevaba a la espalda en la parte delantera, deteniendo la hoja justo a tiempo. Los dos marcos de fotos de su bolsa le habían salvado la vida.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread