—Jajaja. Se acabó. Te lo dije, ¿no? Chu Tianfan no es más que un gusano en comparación con mi padre. Todo lo que se necesitó fue tres movimientos para terminar esta batalla. Matar a ese tipo es tan sencillo como matar a un cerdo.
Las bulliciosas risas de Chu Qitian llenaron toda la sala cuando vio la sangre en el borde de la cima. Continuó orgulloso con las manos a la espalda:
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