Su Qian pasó media hora enjuagándose la boca en el baño antes de volver a salir. Así de asqueada estaba Su Qian por Ye Fan.
Por otra parte, Su Qian era la hija de un hombre rico y había nacido con una cuchara de plata en la boca. Por otro lado, Ye Fan no era más que un piojo del campo e incluso era un inútil yerno vividor. Ella odiaba todo lo relacionado con él. Ni siquiera podía soportar caminar junto a él. Y hoy, de hecho, bebió de una taza que él había usado antes y se terminó el resto de su café. Su Qian casi se derrumba.
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