—¿Qué? ¿Diez minutos? ¿Me estás tomando el pelo? ¿De verdad crees que se puede hacer un ataúd en sólo diez minutos? No es tan fácil, ¿sabes? ¿Crees que podría moldear uno de arcilla o algo así? Mira, si tienes mucha prisa, puedes encontrar un trozo de tierra junto al río, tomar esta pala y cavar un agujero para el cuerpo. Pero, hablando con honestidad, incluso cavar un agujero lo bastante grande te llevará más de diez minutos —dijo el carpintero en una ráfaga después de escuchar lo que le había dicho el joven.
Los carpinteros eran artesanos que realizaban trabajos intrincados.
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