Capítulo 1028 Unirse al Castillo del Dios de la Guerra
Ye Qing-Tian extendió su mano hacia Ye Fan mientras suspiraba.
—Tú debes ser Ye Fan. Yo soy Ye Qing-Tian. No tenía mala intención. Sólo intentaba averiguar lo poderosa que es la joven generación de grandes maestros chinos. Tú posees la fuerza de un gran maestro. Con jóvenes chinos como tú, el futuro de las artes marciales chinas será brillante e ilimitado —dijo Ye Qing-Tian con sinceridad. Se podía oír la alegría sincera en su risa y ver la aprobación y el consuelo en sus ojos mientras miraba a Ye Fan. No mostraba ningún indicio de enemistad hacia él.
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